La lujuria

El pecado de la Porneia

 

Demonio: ASMODEO

Introducción

Todos los pecados capitales provocan gratificación emocional, física o mental, todos ellos surgen de los instintos más bestiales del ser humano y son parte de su naturaleza más primigenia. ¿Por qué hemos decidido negarnos a nosotros mismos obligándonos a seguir una serie de normas que no nos permiten experimentarnos en esta existencia plenamente? ¡Que masoquistas somos entonces! ¿Nos gusta acaso el placer de ser negados, de ocultar nuestra verdadera esencia? Así pues todos los hombres son pecadores, nadie se libra del yugo de la culpabilidad. Por eso mismo crearon el Pecado Original, el cual fue fornicación -Lujuria- ¡Tú mismo eres origen de un pecado, tu existencia es gracias a un pecado! Se aseguraron así los magnates de las religiones y sadistas que llevan esta empresa que nadie estuviera exento de pecado y así poder asegurarse de que todos necesitarían el Dios benevolente que ellos les impondrían para saldar su deuda como si de unos criminales se tratase.

¿Por qué no hacemos de estas culpas establecidas una ventaja? Veneremos pues los pecados mortales, pues ellos son la más viva imagen del ser humano, y así conseguiríamos eliminar esa ferviente necesidad de purga del alma e intelectual, es de lógica intentar convertir algo malo en beneficioso en vez de tratar de eliminarlo por completo, traer a nuestro terreno y hacer que nos apoye a nosotros mismos en el proceso de nuestra vida. Biblia Satánica, de Anton Lavey

El placer y el dolor, como la belleza, se encuentra en el ojo del que mira

El vicio

Adicción extrema a la experiencia orgásmica sexual, esto incluye religión o meditación. Obsesión en exceso de ese sentimiento de orgasmo. Sobretodo relacionado con placer carnal, la homosexualidad y las prácticas exageradas como el sado y la violación, y otras como la masturbación.

La virtud

Deseo de disfrutar de la experiencia orgásmica. Complacencia en lugar de abstinencia, de ocultar y oprimir el yo real, pues el mundo es sexo y es una celebración, que junto al amor es de lo más puro que hay. El sexo es sinónimo de creación, el mundo entero está relacionado con la fornicación. Satisfacerse a uno mismo en unicidad con otra persona.

La lujuria tiene dos caras, comenzaremos hablando de su parte negativa, que es obviamente la que todos conocemos. La lujuria es un deseo incontrolable sobre lo sexual, algo que, como la adicción a las drogas, te define y acaba formando parte de ti mismo. Esto es lo que hay que evitar a toda costa, que un acto llegue a definirte alguna vez obviando cual es tu yo real. El mundo está rodeado de sexo, allá donde miremos hay connotaciones lascivas, en todas partes, y no es de extrañar que la religión también los tenga. ¿Por qué las religiones demonizan tanto la sexualidad, es malo sentir deseo carnal? Efectivamente, para las religiones como la cristiana, judía o musulmana, sentir ese deseo carnal es pecado mortal pues el amor que debes profesar por una persona has de sentirlo por tu Dios. Dios es un amante celoso y exigente, porque realmente creer en una religión, tener fe en un Dios es como estar enamorado. Amor platónico, ¿cierto? Si centras tu atención en el sexo te olvidas por completo de tus obligaciones con Dios. Por eso mismo yo considero la religión o meditación un acto provocado por la lujuria. Aquellas personas que no son capaces de encontrar la unión con otra persona, se descargan espiritualmente con Dios o meditando con su guía espiritual. Lo creáis o no, ambos tienen la misma plantilla, obvio es que son cosas diferentes, pero el resultado ES EL MISMO. Tú eres lo importante, no tu Dios, por eso estas prácticas son pecado. Para la Iglesia todo lo que tenga que ver con el sexo es pecaminoso, así como la homosexualidad. No es que tengan una fijación específica en los homosexuales, es simplemente que no quieren que el ser humano encuentre esa unicidad con el resto. Pero, ¿qué puede ser considerado realmente perjudicial?

La masturbación es obviamente un punto a discutir, que no muchos se atreverían a criticar. A pesar de que yo soy satánica, pienso que en cierto modo este acto es malo para la sociedad. Como todo en esta vida, si se abusa de algo se vuelve veneno para la mente, con la masturbación no iba a ser menos. Cuando una persona se masturba, se descubre a si misma y eso esta bien: explorarse a uno mismo no es pecado. El problema entra cuando comenzamos a mezclarlo con la pornografía.

La pornografía está totalmente mal enfocada y es sin duda una de las principales causas de muchos males en el mundo. Si una persona se masturba usando imágenes, a parte de que no está en unión con la humanidad, provoca en si mismo un círculo vicioso de que es casi imposible salir. Este acto produce una vibración que está enteramente relacionada con la persona en la que se piensa, la persona que sale en la imagen o el vídeo. Estas vibraciones nos afectan tanto a estas personas como a nosotros y nos mantiene en un estado de animo concreto. A nosotros no nos importa en un primer momento, pero a causa de esto la gente que se masturba de forma COMPULSIVA cada vez le es más difícil encontrar una pareja con la que realizar el acto, porque esta actividad le consume, y contra más lo práctica menos posibilidades tiene. Con respecto a la persona de la imagen o en la que se piensa, le estamos obligando a tener una vibración que ella misma no ha creado, una energía que esta persona no controla y la empujamos sin saberlo a relacionarse con personas de esa misma energía. Si tenemos una energía negativa, atraeremos a personas con la misma energía. En conclusión, podríamos llamarlo de algún modo violación mental, exagerando ligeramente. No nos ayuda, pues nos hace entrar en un vicio, y todos los vicios, sin excepción, son malos. Y os va a sorprender, pero la masturbación está ligada a la violación.

Hay casos en los que la masturbación no es perjudicial, si se usa debidamente y no como una obsesión, no estoy negando la práctica de este por completo. La energía de la que hablábamos es la causante, si pensamos en alguien de forma violenta o agresiva, causaremos que estas energías que le obligamos a tener le acerquen a personas violentas y agresivas. Las imágenes son el problema, se puede disfrutar sin usar imagen alguna, pues se daña a personas inocentes. Por otra parte, decir que la violación es pecado, se mire como se miré, forzar a alguien a unirse contigo es odioso. Digamos que estas personas, al no poder encontrar una pareja -como los que se masturban- acaban por forzar a personas, obligándolas a sentir esa unión con ellos. No todos tienen que acabar violando a personas, pues cada persona es un mundo y las circunstancias, así como el entorno juegan un gran papel.

El incesto podría ser otra causa de este círculo vicioso, pues si la desesperación es tan grande -el mono- que de ningún modo se satisface el deseo, puede llegar a cambiar a la persona totalmente. ¿Acaso no sabemos que cuando un drogadicto está con el síndrome de abstinencia es capaz de hacer cualquier cosa por saciar su apetito? Son como bestias, monstruos dominados por el vicio de una sustancia, o mejor dicho, de una sensación. El ser humano puede llegar a límites insospechados. Una cosa es amar a un familiar, pero otra muy distinta es forzar. En cualquier caso, hacer algo que la otra persona se niega a hacer debe ser castigado.

El adulterio es otro gran debate. ¿Cuándo es bueno y cuándo malo? Para simplificar el concepto: engañar es malvado, pero satisfacerse es bueno. Hay casos en los que el adulterio podría considerarse justo, como venganza o como causa de un marido descuidado o maltratador. O simplemente que el marido o la pareja que tenemos no nos proporciona ese sentimiento de unión y debemos cambiar. Esto no es PARA NADA un pecado, pero si engañamos a esta persona sí. Hay que ser honestos y sinceros, si no se siente nada hay que comunicárselo a la otra persona, pero algunas veces, por fuerza mayor, el adulterio puede ser justificado.

Prosigamos con el sadomasoquismo, ¿es este acto nocivo? Sí y no. El problema de esto es cuándo termina el juego y comienza la persona a autoconvencerse de ideas equivocadas. La sumisión es algo que debemos evitar que nos defina a toda costa, pero no sabemos hasta que punto la persona está jugando a ser sumisa y la otra a ser sádica o sí realmente es así como se muestra al mundo y disfruta con ello. Este es el problema. Uno puede aceptar las reglas del juego y jugar sin problemas, sabiendo que esos conceptos no le definen, entonces es una actividad sana. Pero ¿hay algo de bueno en la Lujuria? Por supuesto.

Antiguamente los romanos y los indios juntaban la religión con el sexo -kamasutra- y la celebraban como un ritual. Es más, orgía significa ritual secreto en griego. ¿Cuándo empezó esto a perseguirse? Cuando, sin duda, nació el cristianismo. No es que el sexo sea malo en sí, pero lo que provoca es dañino para ELLOS. El sexo es amor, es unicidad, es unión con el prójimo. Cuando tenemos sexo nos liberamos de esas trabas, esas cadenas que nos atan la mente y no nos permiten pensar por nosotros mismos. Por eso es considerado algo negativo, porque a ellos no les conviene tener cabezas pensantes.  


El sexo es bueno si se sabe como usarlo.

Complacencia en lugar de absitencia

El sexo es una de las experiencias más enriquecedoras para el alma, la anima positivamente y es un ritual de unión con la persona con la que lo haces. Si el sexo es pecado el amor también, pues van unidos de la mano, y nada malo hay en disfrutar de los placeres carnales, siempre sin excesos pero sin tener prejuicios sobre ello, pues esta existencia ha de ser vital, ha de ser completa, y sin el amor no lo es.

El mundo se rige por el sexo, el mundo interdimensional y el planeta tierra, por lo que hacerlo un pecado es decir abiertamente que Dios se equivocó, pues todo está relacionado con el sexo. Es una liberación del alma, te ayuda a progresar y evolucionar espiritualmente. El mundo es igual a sexo, se forma por el sexo, los átomos de la existencia física es el sexo, por lo que debe ser celebrado y no acusado de maldad. El sexo es una celebración, por eso los satánicos y paganos adorarán el falo.

Da igual si se usa como arma para suplir nuestros deseos, siempre que se haga de forma correcta y no olvidando nunca quienes somos en realidad.

Recuerda:

No tengas miedo de expresarte, olvida los prejuicios que te han enseñado para negar tu naturaleza y disfruta.