Ocurre dos veces por año: el 20 o 21 de marzo y el 22 o 23 de septiembre de cada año, épocas en que los dos polos de la Tierra se encuentran a igual distancia del Sol, cayendo la luz solar por igual en ambos hemisferios.
En las fechas en que se producen los equinoccios, el día tiene una duración igual a la de la noche en todos los lugares de la Tierra. En el equinoccio sucede el cambio de estación anual contraria en cada hemisferio de la Tierra.
En este artículo nos centraremos en lo que era el equinocio de primavera para los sumerios, la cual era una gran fiesta de renovación, el comienzo de un nuevo año, el resurgimiento y renacimiento. Próximamente, lo relacionaremos con otras festividades -esto ya en otro artículo- que todos conocemos hoy día.
El año nuevo sumerio: la festividad Akitu
El año nuevo en sumeria se celebra en primavera, cuando la tierra era más fértil. El día de Año Nuevo, uno de los más importantes para esta civilización, tenía lugar en el equinoccio de primavera. Akitu o Zagmuk significa "corte de cebada", "siembra de cebada" o "cabeza o comienzo del año". Su nombre proviene del sumerio, para "cebada", y originalmente marcaba dos festivales que se celebraban al comienzo de cada uno de los dos medios años del calendario sumerio, con motivo de la siembra de cebada en el otoño y el corte de la cebada en la primavera. La religión babilónica llegó a dedicarla a la victoria de Marduk sobre Tiamat.En el Próximo Oriente, también aparece desde la antigüedad la noción de que los dioses determinan el destino de todos
los seres, incluidos los humanos, cada vez que se alcanza un Año Nuevo. En esa fecha, dictaminan la suerte que han de correr en los meses venideros hasta el próximo año. Se evoca el ciclo del eterno retorno, que tiene analogías en innumerables culturas y que en Babilonia queda reflejado en la fiesta Akitu.
Culto
| Hierogamos de Inanna y Dumuzi. |
animales y, si éstas realizaban propicias, podía comenzar la ceremonia. Fueron numerosas las fiestas que los sumerio-acadios celebraban. Motivo de fiesta era la construcción de un templo, la entronización de un gobernante, las victorias en la guerra o la cosecha. No obstante, fue esta la festividad más importante, en la que se procesionaba y se celebraba el rito del matrimonio sagrado.
El matrimonio sagrado
Éste, importantísimo, consistía en los esponsales celebrados entre Dumuzi e Inanna, representados por el rey y la sacerdotisa. Su significación era específicamente agrícola, pues se esperaba que con este rito se renovara el ciclo natural de plantas y animales.Sin embargo, para la antigua Mesopotamia, el término se refiere a: ritual de promulgación del matrimonio de dos deidades o humano y deidad. Los participantes son entendidos como deidades, normalmente Inanna y Dumuzi, representados por el rey y una sacerdotisa llamada Nin-dingir. Normalmente se celebraba en los templos dedicados a Ishtar (Como el E-anna en Uruk), pero posteriormente comenzaron a celebrarse en los Eternenanki, templos dedicados al dios Marduk.
En tiempos históricos, el objetivo principal era incitar buena suerte para el rey y su país. Sin embargo, luego los curas podrían haberse apropiado de este rito para sus propios fines, que originalmente tenían una función muy dispar.
En primer lugar, Inanna es bañada, perfumada y adornada, mientras Dumuzi y su séquito marchan hacia su lugar sagrado (El florero de Uruk, Figura 1, representa este proceso). Todo el
rato, el personal del templo canta canciones de amor, muchas de las cuales existen. Inanna resplandeciente saluda Dumuzi en la puerta, quien, en el florero de Uruk, es bordeada por su firma en cueniforme y allí le presenta regalos suntuosos. Posteriormente, ambos se sientan en
el trono, aunque a veces dicha entronización solo ocurre después de la consumación sexual.
Las deidades entran en una cámara fragante con especias y decorado con paños. Se tumban en la ceremonial cama construida para la ocasión y entonces se unen en un encuentro sexual. Tras esto, contento gracias a su amante, Inanna decreta una larga vida y soberanía para él, y fertilidad y prosperidad para la tierra. También ella le regala un anillo, una vara y una cuerda, emblemas del poder real. El ritual se acaba y la gente lo celebra en un gran festival.
El rito podría ser un ritual de fertilidad para los hombres, aunque también podría ser que Inanna, al ser entendida como el campo árabe, debía ser fecundada para dar prosperidad al pueblo sumerio y por esto hacían dicho ritual. También, en un futuro, se usaba para coronar a un rey. Estos rituales se hacían antes de asociar a Inanna con Dumuzi.
La Akitu babilónica
La festividad comenzaba el día 21 del mes de Adar y el día 1 del Nisannu, lo que correspondería a Marzo-Ábril del calendario gregoriano. Duraba doce días, comprendiendo complejos rituales.Del primer día al tercero:
El sacerdote del templo dedicado a Marduk (Ésagila) recitaría oraciones tristes con otros sacerdotes y el pueblo respondería
con oraciones igualmente tristes que expresarían el temor de la humanidad a lo desconocido. Este miedo explicaría porque el sacerdote encabezaría desde la Esagila la petición diaria de perdón a Marduk, rogándole que protegiese a Babilonia. Esta oración era llamada "El secreto de Ésagila".
El cuarto día:
Se seguirían los mismos rituales de los tres días anteriores y luego, por la noche, se recitaría la "Epopeya de la Creación", conocido como "Enuma Elish", que cuenta la historia de cómo se crearon el universo y las estaciones del año, y cómo, a continuación, todos los dioses se reunían (mediante la colocación de sus estatuas juntas) ante el dios Marduk después de su victoria sobre Tiamat. La recitación de esta epopeya era considerada como el inicio de los preparativos para la sumisión del Rey de Babilonia ante Marduk el quinto día de Akitu.
El quinto día:
En este se da lugar la sumisión del Rey ante Marduk. El rey entrara al santuario Esagila acompañado por los sacerdotes, que se acercarían todos juntos al altar donde el sumo sacerdote suplantaría a Marduk para acercarse entonces al rey, comenzar a desojarlo de sus emblemas (Joyas, espada, cetro, corona) y golpearlo con fuerza en el rostro, mientras que el rey se arrodilla ante el altar y comienza a rezar pidiendo el perdón de Marduk, sometiéndose a él diciendo:
No he pecado, oh Señor del universo, ni he descuidado en ningún momento tu divinidad.
Entonces, el sumo sacerdote en su papel de Marduk decía:
No temas lo que Marduk tiene que decir, escuchará tus oraciones, extenderá tu poder y aumentará la grandeza de tu reino.Tras esto, el rey se ponía en pie para que le fueran devueltas sus pertenencias por el sacerdote, el cual le volvía a golpear con fuerza, esperando que el rey derramara lágrimas, lo que expresaría una mayor sumisión al Dios Marduk y respeto a su poder. Cuando el sacerdote devolvía la corona a su rey, simbolizaba que su poder había sido renovado por Marduk, por lo que la conmemoración no solo se consideraba un renacimiento de la naturaleza y la vida, sino también del Estado.
Estas ceremonias rituales harían a las personalidades más grandes y más temidas, sometidas al más grande Dios, sumisas, mostrando humildad ante la población, compartiendo oraciones para demostrar su fe ante el poder del dios. Después de su presencia en su hogar terreno de Babilonia y renovando el poder del rey, el dios Marduk se quedaba en el Etemenanki o en el templo Esagila. Durante este día, de acuerdo con la tradición, Marduk entraría en su morada y sería sorprendido por dioses del inframundo, que lucharían contra él, le apresarían y le llevarían cautivo a una montaña. Allí, esperaría la llegada de su hijo Nabu, que lo salvaría de "nada" y restauraría su gloria.
El sexto día:
El dios Nabu llega en barcos acompañado por sus ayudantes, valientes dioses procedientes de las ciudades babilonicas de Nippur, Uruk, Kish y Eridu. La estatua de Nabu sería trasladada navegando desde su lugar de residencia. Los dioses que acompañan a Nabu estarían representados por estatuas que montarían en barcos hechos especialmente para la ocasión. Aquí la gente en gran número empezaría a caminar detrás de su rey hacia la Esagila donde Marduk seguiría prisionero, cantando lo siguiente:
Aquí está el que viene desde muy lejos para restaurar la gloria de nuestro padre encarcelado.
El séptimo día:
Al tercer día de su encarcelamiento Nabu liberará a Marduk. Los dioses malignos le habían encerrado con una enorme puerta. Marduk estaría luchando hasta la llegada de Nabu, cuando rompería esa puerta y se produciría una batalla de la que finalmente, Nabu saldría victorioso y liberaría a Marduk.
Esto nos recuerda a lo que comentaremos más tarde, la muerte de Marduk, que es enviado al Irkalla por demonios o Dioses del Inframundo, y la posterior resurrección del Dios a los tres días en manos de su hijo Nabu.
El octavo día:
Cuando Marduk es liberado, las estatuas de los dioses son reunidas en el Salón de los Destinos, "Ubshu-Ukkina", para deliberar su destino. Allí se decide unir todas las fuerzas de los dioses y otorgarlas a Marduk. Aquí, el rey implora a todos los dioses que apoyen y honren a Marduk, siendo esta tradición la indicación de que Marduk recibió la sumisión de todos los dioses y fue único en su posición y dominio. Esto ocurrió cuando Tiamat y Kingu planeaban una rebelión entre los dioses Anunnaki y se le otorgó el poder a Marduk para acabar con ellos.
El noveno día:
Procesión victoriosa hacia la "Bit Akitu" ("Casa de Akitu"), donde se celebraba la victoria de Marduk al principio de la Creación sobre el dragón Tiamat. La procesión triunfal era la forma en que la población expresaba su alegría a Marduk por la renovación de su poder y la destrucción de las fuerzas del mal que casi controlaban la vida en el principio, ya que si no llega a ser por él Tiamat habría destruido a los dioses menores y por ende, a la raza humana.
El día décimo:
Al llegar a "Bet Akitu", el dios Marduk comenzaba la celebración, tanto con los dioses del mundo inferior, como con los del superior (las estatuas de los dioses se organizaban en torno a una gran mesa, como en un banquete), y luego Marduk volvía a la ciudad por la noche para celebrar su matrimonio con la diosa Ishtar (Inanna), donde la tierra y el cielo se unen, y como los dioses se unieron, así fue esta unión dispuesta en la tierra. De este modo, el rey personifica este matrimonio sagrado, jugando el papel de casarse con la más alta sacerdotisa del Esagila. Este amor traerá consigo la vida durante la primavera.
El día undécimo:
Los dioses regresaban acompañados de su Señor Marduk para reunirse de nuevo en el Salón de los Destinos "Upshu Ukkina", donde se reunieron por primera vez en el octavo día, y donde esta vez se decidirá el destino del pueblo de Marduk (Assur). En la antigua filosofía asiria de la Creación, en general, se consideraba como un pacto entre el cielo y la tierra, siempre y cuando los seres humanos sirvan a los dioses hasta su muerte, por lo que, la felicidad de los dioses no es completa, salvo que los humanos sean felices también. El destino de los seres humanos sería dar la felicidad con la condición de que sirvan a los dioses. Así, Marduk y los dioses renovarían su pacto con Babilonia y luego volverían a su casa superior (cielo).
El día duodécimo:
Último día de Akitu. Los dioses regresaban al templo de Marduk (las estatuas volvían al templo) y se reanudaba la vida cotidiana en Babilonia, Nínive, y el resto de las ciudades asirias.

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