Demonio: BELFEGOR
Introducción
Todos los pecados capitales provocan gratificación emocional, física o mental, todos ellos surgen de los instintos más bestiales del ser humano y son parte de su naturaleza más primigenia. ¿Por qué hemos decidido negarnos a nosotros mismos obligándonos a seguir una serie de normas que no nos permiten experimentarnos en esta existencia plenamente? ¡Que masoquistas somos entonces! ¿Nos gusta acaso el placer de ser negados, de ocultar nuestra verdadera esencia? Así pues todos los hombres son pecadores, nadie se libra del yugo de la culpabilidad. Por eso mismo crearon el Pecado Original, el cual fue fornicación -Lujuria- ¡Tú mismo eres origen de un pecado, tu existencia es gracias a un pecado! Se aseguraron así los magnates de las religiones y sadistas que llevan esta empresa que nadie estuviera exento de pecado y así poder asegurarse de que todos necesitarían el Dios benevolente que ellos les impondrían para saldar su deuda como si de unos criminales se tratase. ¿Por qué no hacemos de estas culpas establecidas una ventaja? Veneremos pues los pecados mortales, pues ellos son la más viva imágen del ser humano, y así conseguiriamos eliminar esa ferviente necesidad de purga del alma e intelectual, es de lógica intentar convertir algo malo en beneficioso en vez de tratar de eliminarlo por completo, traer a nuestro terreno y hacer que nos apoye a nosotros mismos en el proceso de nuestra vida. Biblia Satánica, de Anton Lavey
El placer y el dolor, como la belleza, se encuentra en el ojo del que mira
El vicio
El sujeto ignora sus responsabilidades, mirando únicamente por su comodidad y bienestar, prefiriendo la desgana. Sentimiento de profunda tristeza que nos hace desear dejar de manifestarnos, es decir, dejar de existir. Esto lleva al ser a estar incapacitado para mantenerse a sí mismo.La virtud
Negación a la autoridad y a la sumisión, eligiendo así pues la libertad de actuación, de poder considerar que es más beneficioso para uno. No obedecer no es siempre pereza, sino sentido común.“El que es negligente en su trabajo es compañero del que destruye”Sería una excusa perfecta para los nuevos empresarios que buscan un mínimo pretexto para echar a alguien que quizás no se lo merece. Esta frase es un ejemplo claro de la frase: o estás conmigo o estás contra mí. Un claro comportamiento egoísta esconde este pecado. Como decía Diógenes: “mira los pájaros que no recogen ni siembran sin embargo mi padre les da de comer". Un claro ejemplo de que la pereza no puede ser considerada tan mortífera, pues es algo que existe en la naturaleza y prospera desde hace milenios.


0 Comentarios